¿Por qué sólo cine fantástico?

Muchos amantes del cine fantástico nos hacemos esta pregunta en algún momento: ¿Por qué nos gusta tanto ver historias imposibles cuando es la realidad lo que nos debería preocupar? Los detractores de este cine muchas veces lo juzgan infantil, insano, elemental, previsible o directamente perjudicial. Sin embargo, todas las culturas, de todas las épocas y lugares han construido historias que transponen la realidad, y que se han convertido en sus mitologías, en una parte esencial de su cultura.

Según Joseph Campbell las mitologías se construyen desde el subconsciente. En ellas se manifiestan sus esperanzas, su espiritualidad y sus miedos más profundos. El cine de terror, ciencia ficción y fantasía se ha convertido en la nueva mitología del hombre, y por eso merece verse con respeto e inteligencia.

En Dr. Caligari buscamos generar un espacio donde puedas encontrar películas fantásticas que siempre quisiste ver y no encontrabas en ningún lado. A pesar de la gran cantidad de films de estos géneros que llegan a las carteleras o videoclubes, el amante de estos géneros muchas veces advierte que el grueso de estas producciones no colman sus expectativas por ser simples, comerciales, que siguen la receta de algún otro film exitoso. También es bastante cansador ver tanta producción de un solo país (Estados Unidos), y tantas películas hechas en otros países imitando el cine norteamericano, con lo enriquecedor que es ver cine de todas partes del mundo.

Por eso tratamos de ofrecerte las rarezas, lo más extremo o lo más original. Si querés contactarte con nosotros para pedirnos alguna película en especial o solicitar un catálogo de los films que tenemos, manda un mail a caligarivideo@yahoo.com.ar.

jueves, 13 de agosto de 2009

Soy leyenda

(I am legend)

Año: 2007

Nacionalidad: USA

Dirección: Francis Lawrence

Guión: Mark Protosevich, Akiva Goldman, basado en la novela de Richard Matheson

Intérpretes: Will Smith, Alice Braga, Dash Mihok

Formato: DVD

Sinopsis: El virólogo militar Robert Neville, de alguna manera inmune a un incontrolable e incurable virus, es ahora el último humano sobreviviente en la ciudad de New York y quizás en el mundo. Pero no está solo. Víctimas mutantes de la plaga acechan en la oscuridad, observando sus movimientos y esperando que cometa un error fatal. Neville se ve impulsado a llevar a cabo una única misión: encontrar un antídoto usando su propia sangre inmune.

Recomendación: Cuando Richard Matheson escribió la novela Soy leyenda, imaginó un mundo poblado enteramente por vampiros, en el cual un solo hombre, Robert Neville, se debatía por sobrevivir. Es un libro melancólico, en el que su protagonista pasa sus días exterminando vampiros dormidos, y por las noches se encierra a escuchar música y a investigar la anatomía y fisiología de sus enemigos. En la última parte del libro, Neville descubre que los vampiros comienzan a reorganizar su sociedad, y se da cuenta que ha pasado ocupar el lugar del monstruo para esa comunidad: es el que los mata mientras duermen, el que vaga bajo la mortal luz del día y se encierra al anochecer para devorar extraños alimentos. De ahí el “soy leyenda” del título, y de ahí que el cansado héroe acepte su extinción.

Es paradójico y hasta gracioso, que un libro que es en sí mismo una reflexión sobre la “otredad” en términos antropológicos y lo relativo de la dicotomía malos-buenos, sea ahora adaptado en los términos ideológicos en que los toma el film de Lawrence. No corren tiempos de relativismo cultural ni complejidades en los Estados Unidos, por lo que ahora nos enfrentamos –una vez más- a un virólogo militar norteamericano y heroico dispuesto a dar su vida para salvar al mundo y curar a los enfermos, ya que aquí el otro bando ya no son vampiros sino zombies asesinos casi tan irracionales como un musulmán.

Dejando de lado los comentarios malintencionados y comunistas, tengo que, muy a mi pesar, decir que Soy leyenda me parece una muy buena película. Lawrence, que ya había dado sobradas muestras de capacidad narrativa en Constantine, (otro film que desvirtuaba notablemente su fuente literaria, el comic Hellblazer), compone aquí una narración impecable, especialmente en la primera parte, ayudado por la austeridad de elementos: un hombre solo, un perro, y una rutina severa que el protagonista cumple para asegurar su supervivencia. Otro acierto es la discreción de la música, casi inexistente, y que toma protagonismo sólo a través de algunos temas de Bob Marley, cuyas palabras serán citadas para la parte lacrimógena.

Una película digna de verse salida desde el corazón de Hollywood. Hay que aprovechar, no pasa todos los días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario