El Proyecto Andrómeda

(A for Andromeda)

Año: 2006

Nacionalidad: UK

Dirección: John Strickland

Guión: John Elliott, Richard Fell, basado en la serie británica de culto de la década del ‘60

Intérpretes: Tom Hardy, Kelly Reilly, Charlie Cox, Jane Asher, David Haig

Formato: DVD

Sinopsis: Una extraña señal de radio, proveniente de la constelación de Andrómeda, transmite las instrucciones par construir una supercomputadora. En un período muy corto de tiempo, la computadora acumula mucha información acerca de la vida en la Tierra y pronto se vuelve más poderosa de lo que cualquiera hubiera previsto. Utilizando su vasta inteligencia, y con la complicidad del Ministerio de Defensa, la máquina crea un robot de carne y hueso, "Christine", para que lleve a cabo sus deseos. Pero en el fondo, la película es una inusual historia de amor entre John Fleming, un brillante científico, y Christine. Fleming siente atracción, pero también rechazo, por la fría belleza del humanoide que ha sido creado.

Recomendación: Película algo extraña, y sobre todo algo fuera de tiempo, ya que parece una producción de los tardíos años ’70, tanto en su estética como en su narración. Mirándola, uno recuerda a películas como Estados alterados o Solaris de Tarkovsky, donde el diálogo y la especulación filosófica le ganan a la acción. Si el espectador desea superar este escollo, encontrará un film interesante, que cuestiona la base misma del descubrimiento científico.

La ciencia – ficción ha mirado generalmente con recelo el avance científico, con el argumento del posible error humano. Se condena la soberbia del hombre que juega a ser Dios y después no puede controlar a sus criaturas, poniendo en peligro la vida de todos.

En El proyecto Andrómeda se varía el enfoque, y esto le da originalidad. Sus personajes buscan descubrir verdades que salven vidas, que revolucionen la tecnología, que cambien todo, pero detrás de ese anhelo sólo está ese vacío de no saber en realidad para qué cambiarlo todo.

Ya no es la Ciencia como destrucción, sino el científico como problema, el hombre detrás de la Ciencia, incapaz de aceptar la realidad porque su vacío espiritual no se lo permite, y será desde lo individual que John y Christine, resolverán el conflicto que implicaría la destrucción de la especie humana, a través del diálogo y la aceptación de los verdaderos deseos, en vez de jugar los roles que se les habían asignado.

Así, sin espectacularidad, con una estética austera, fría, y con simplicidad dramática, El proyecto Andrómeda acierta y no decepciona.