(Eden Log)
Año: 2007
Nacionalidad: Francia
Dirección: Franck Vestiel
Guión: Franck Vestiel, Pierre Bordage
Intérpretes: Clovis Cornillac, Vimala Pons, Zohar Wexler, Sifan Shao, Arben Bajraktaraj
Formato: DVD
Sinopsis: Un hombre se despierta en una caverna oscura al lado de un cadáver sin saber donde está exactamente y sin saber cómo llegó hasta allí o quién es el muerto de al lado. Así que decide encontrar el camino de salida a la superficie y en su recorrido se topará con criaturas mutantes, una mujer bióloga que le ayuda, y las tropas de asalto de Eden Log, la misteriosa organización que parece estar tras todo este complejo subterráneo.
Recomendación: Una nueva opera prima francesa de ciencia ficción que ha suscitado tanto amores como odios. La situación me recuerda a la recepción que films de Ryuhei Kitamura como Aragami o Alive han tenido en su estreno: se los tacha de aburridos y pretenciosos sin más ni más, pero no se quiere discutir demasiado la cuestión que plantean en sí, probablemente por falta de herramientas intelectuales. Y en cierta manera, Eden Log es un film de Kitamura a la inversa, es decir occidental.
La historia pude leerse de muchas formas, pero la que prima es la perspectiva mítica, focalizándose en la idea del Génesis bíblico, pero desde un punto de vista siniestro: el lugar de Dios es ocupado por una elite invisible y tiránica, que decide quien vive y quien no, quien disfruta del Edén y quien lo nutre con su vida. El Adán protagonista, una vez adquirido el conocimiento del Bien y el Mal, se enfrentará a su Dios, por encontrar aberrante su Creación. Y al igual que en el cine de Kitamura, el personaje es un misterio, una sombra, una pieza en el tablero, o lo que Joseph Campbell denomina en su libro Mitos de la luz una “mónada”, es decir un arquetipo vacío de personalidad; es sólo un concepto, un arquetipo dotado de un objetivo.
El mito del Génesis bíblico está fundido en esta película con la idea del Apocalipsis, lo cual lo acerca más a la concepción religiosa oriental, donde el comienzo y el fin de los tiempos están íntimamente unidos, donde el fin es sólo el preparativo de un nuevo comienzo. Sólo que aquí, -y esto es la mirada occidental-, todo es visto con un gran pesimismo, con un desencanto de toda
Esto nos lleva a otra interpretación, la económica, donde las leyes del capitalismo demandan la opresión/supresión de algunos en pos del bienestar de otros. Durante el año 2008 hemos sido testigos televisivos de lo que la desigualdad y la discriminación provocaba en Francia, o mejor dicho de su síntoma: la noticia fueron los automóviles quemados, no la situación que había provocado el hecho. Desde este contexto, no es extraño que la película de Vestiel traiga un planteo tan radical. A través de la ciencia ficción se está tratando de drenar o asimilar las culpas del colonialismo, que cada país procesa a su manera.
Es cierto que la narración retacea tanto la información al principio que puede resultar chocante, especialmente si a duras penas vemos lo que hay en cuadro, pero esto también es una audacia estética que produce unos cuantos logros. Si a eso le sumamos un diseño de producción excelente y un montaje altamente efectivo, que tapa bastante bien la monotonía visual de algunos tramos, tenemos ante nosotros una gran película, que no puede dejar indiferente al espectador, aunque esta falta de indiferencia devenga en odio por parte de algunos.
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